Se destaca un solo punto en la restauración de Israel por parte del Señor, la multiplicación del pueblo. Las terribles amenazas de disminución de su número ( Ezequiel 36:12 ), y de destrucción tanto de los que quedaban en la tierra como de los que iban al destierro, sin duda se cumplieron en gran medida ( Lamentaciones 5 ).

Nehemías se refiere a la escasa población de Jerusalén casi un siglo después del regreso de los primeros exiliados ( Ezequiel 7:4 ). Se repite aquí la antigua promesa de que serían como la arena del mar, cf. Ezequiel 36:10; Ezequiel 36:33 ; Jeremias 31:27 ; Oseas 1:10 ; Zacarías 2:4 .

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