Dios le explicó esto a Ananías (ver Hechos Hechos 9:15 ), cómo Saúl era un vaso escogido para llevar Su nombre delante de los gentiles y de los reyes y de los hijos de Israel; y aún más acerca de sus labores iba a ser revelado al mismo nuevo Apóstol. Según Hechos 26:16-18 el carácter de la obra a que fue llamado fue desde el principio indicado a Saúl; aunque como no se hace mención de Ananías en ese pasaje, bien puede ser que el Apóstol traiga en una declaración tanto las palabras que escuchó en el camino, como las que Ananías le dijo después.

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