La oración de ayuda se repite después de esta descripción de la urgencia de su necesidad. Pero tú, oh señor (en contraste enfático con ellos en Salmo 22:17 ), no te alejes. El que sufre aparta la mirada de sus numerosos atormentadores y fija su mirada en Jehová.

Oh mi fuerza RV, oh tú mi socorro.

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