Texto ( 1 Tesalonicenses 2:1 )

1 Por vosotros mismos, hermanos, sabed que hemos entrado en vosotros, que no ha sido hallado en vano:

Traducción y Paráfrasis

1.

Porque vosotros mismos, hermanos, (visteis y) sabéis que nuestro entrar en vosotros (cuando vinimos a Tesalónica a predicar) no fue sin fruto (o inútil).

Notas ( 1 Tesalonicenses 2:1 )

1.

Dejar entrar una brisa fresca de la verdad por lo general pronto hará estallar una habitación llena de mentiras venenosas. Después de que Pablo se fue de Tesalónica, algunas personas, probablemente judíos, aparentemente lo acusaron de ser un adulador, un engañador, inmoral y hambriento de dinero. 1 Tesalonicenses 2:3 ; 1 Tesalonicenses 2:5 .

2.

Por lo tanto, en este segundo capítulo, Pablo aborda el asunto de su buen historial entre los tesalonicenses. (Este es el tema del capítulo.) Paul demuele a fondo todas las insinuaciones en su contra. Esto realmente no fue muy difícil de hacer. Porque, como les recuerda a los tesalonicenses, ellos mismos sabían todo acerca de lo que había hecho entre ellos.

3.

El tipo de entrada que Pablo tuvo ante los tesalonicenses fue una vindicación del mismo Pablo y de todo lo que representaba. Su historial de logros y conducta fue lo suficientemente bueno como para silenciar a cualquier acusador malicioso.

4.

En nuestro bosquejo, hemos llamado a la sección 1 Tesalonicenses 2:1-12 la obra de Pablo Entre ellos. Parece ser una elaboración de la declaración de Pablo en 1 Tesalonicenses 1:5 , Vosotros sabéis qué clase de hombres éramos entre vosotros.

5.

En 1 Tesalonicenses 2:1 , Pablo retoma el pensamiento de 1 Tesalonicenses 1:9 , donde había mencionado qué asunto de entrar teníamos con vosotros. La palabra traducida entrada aquí en 1 Tesalonicenses 2:1 es la misma palabra que se traduce entrando en 1 1 Tesalonicenses 1:9 .

6.

La visita de Pablo a los tesalonicenses ciertamente NO había sido en vano. En vano (gr. kenos) significa vacío, vano, desprovisto de verdad, sin fruto, sin efecto. (Thayer) El hecho de que Pablo dejara una iglesia floreciente allí era prueba de que su visita no fue en vano. Los propios tesalonicenses podían dar fe de ese hecho.

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