Les dijeron que descansaran. A cada uno de ellos se les da una túnica blanca y suelta (símbolo de estar libres de culpa, de ser santos y de gran felicidad). Dios escucha sus oraciones, pero su propósito aún no se ha cumplido. Dios conoce el número exacto de mártires por su causa, y hasta que no se le sacrifiquen tantos, nuestro mundo no llegará a su fin.

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Antiguo Testamento