O robarles. Los esclavos siempre han sentido la tentación de robar a sus dueños, excusándolo diciendo que se les debe por su trabajo. En su lugar, deben mostrar. Un buen esclavo anunciaría su cristianismo a su amo por su confiabilidad. ¡O le damos gloria a Dios, o lo deshonramos, por las vidas que vivimos!

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Antiguo Testamento