El siguiente comentario cubre los capítulos 4, 5 y 6.

El capítulo 4 retoma el tema de los capítulos 2, 3 y, aplicándolo en ese momento al pueblo, les dice que, si regresan, debe ser al Señor mismo, que ni las formas ni las medias tintas serán de ninguna usar. Después del versículo 4 ( Jeremias 4:4 ) el profeta anuncia el juicio certero de Dios, que vendría del norte y caería sobre Jerusalén en destrucción.

En el capítulo 5 se muestra que el pecado y la iniquidad son universales: ricos y pobres, todos son iguales. Y "¿No he de visitar por estas cosas? dice Jehová". Sin embargo, Él no destruirá por completo. Se señala la fuente del mal o, al menos, aquello que lo mantiene. Los profetas profetizan mentira, y los sacerdotes gobiernan por medio de ellos. El capítulo 6 continúa el testimonio, pero también da la posición de Jeremías en medio de todo este mal.

En Jeremias 6:11-26 se anuncia claramente el juicio. La conducta de los falsos profetas se vuelve a marcar. En ambos capítulos se declara evidentemente la venida de Nabucodonosor en juicio.

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