En Salmo 52 encontramos fe en cuanto al poder del impío, que estaba en presencia del piadoso. La bondad de Dios perduró. Dios destruiría al hombre soberbio y engañoso, mientras que el justo permanecería. Recuerda a Sebna no a los enemigos de afuera ni a la bestia, sino al Anticristo del poder dentro de sí mismos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad