Mientras él todavía estaba hablando a la multitud, miren, su madre y sus hermanos estaban afuera, porque buscaban la oportunidad de hablarle. Alguien le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están parados afuera, buscando una oportunidad para hablarte". Respondió al hombre que le había hablado: "¿Quién es mi madre? ¿Y quiénes son mis hermanos?" Y extendió su mano hacia sus discípulos. "Mira", dijo, "mi madre y mis hermanos! El que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos es mi hermano, mi hermana y mi madre".

Fue una de las grandes tragedias humanas de la vida de Jesús que, durante su vida, sus seres más cercanos y queridos nunca lo entendieron. “Porque ni aun sus hermanos, dice Juan, “creían en él” ( Juan 7:5 ). Marcos nos cuenta que cuando Jesús partió en su misión pública, sus amigos trataron de detenerlo, porque decían que estaba loco. ( Marco 3:21 ) Les parecía muy ocupado en desperdiciar su vida en una especie de locura.

A menudo ha sucedido que, cuando un hombre se embarcaba en el camino de Jesucristo, sus seres más cercanos y queridos no podían entenderlo, e incluso eran hostiles hacia él. "Los únicos parientes de un cristiano, dijo uno de los primeros mártires, "son los santos". Muchos de los primeros cuáqueros tuvieron esta amarga experiencia. Cuando Edward Burrough fue trasladado a la nueva forma, "sus padres resentidos por su 'espíritu fanático' lo llevaron saliendo de su casa.

Suplicó humildemente a su padre: "Déjame quedarme y ser tu sirviente. Yo haré el trabajo del jornalero para ti. ¡Déjame quedarme!" Pero, como dice su biógrafo: "Su padre era inflexible, y por mucho que el niño amaba su hogar y su entorno familiar, no lo conocería más".

La verdadera amistad y el verdadero amor se basan en ciertas cosas sin las cuales no pueden existir.

(i) La amistad se basa en un ideal común. Las personas que son muy diferentes en sus antecedentes, su equipo mental e incluso sus métodos, pueden ser amigos firmes, si tienen un ideal común, por el cual trabajan y hacia el cual presionan.

(ii) La amistad se funda en una experiencia común y en los recuerdos que de ella se derivan. Es cuando dos personas han pasado juntas por una gran experiencia y cuando juntos pueden recordarla, comienza la verdadera amistad.

(iii) El verdadero amor se basa en la obediencia. "Vosotros sois mis amigos, dijo Jesús, "si hacéis lo que yo os mando" ( Juan 15:14 ). No hay manera de mostrar la realidad del amor sino por el espíritu de obediencia.

Por todas estas razones, el verdadero parentesco no siempre es cuestión de una relación de carne y sangre. Sigue siendo cierto que la sangre es un lazo que nada puede romper y que muchos hombres encuentran su deleite y su paz en el círculo de su familia. Pero también es cierto que a veces los más cercanos y queridos de un hombre son las personas que menos lo comprenden, y que él encuentra su verdadera comunión con aquellos que trabajan por un ideal común y que comparten una experiencia común.

Esto ciertamente es cierto: incluso si un cristiano descubre que los que deberían estar más cerca de él son los que más simpatizan con él, queda para él la comunión de Jesucristo y la amistad de todos los que aman al Señor.

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