Aquí, el rey, por otro lado, desea atraerlos con la esperanza de obtener ganancias, para aplicarse a narrar su sueño. Ya había intentado golpearlos con horror, que incluso si no están dispuestos, podría arrebatarles la narración del sueño, así como su interpretación. Mientras tanto, si pueden ser inducidos por la adulación, intenta este argumento sobre ellos; porque promete un regalo, recompensa y honor, es decir, promete una gran remuneración si narran su sueño y son intérpretes fieles. Por lo tanto, reunimos, lo que toda la historia declara, que los Magos hicieron una ganancia de sus predicciones y conjeturas. Los sabios de las Indias, que eran frugales y austeros en su forma de vida, no estaban totalmente dedicados a ganar; porque se sabe que vivieron sin necesidad de dinero, muebles o cualquier otra cosa. Estaban contentos con las raíces y no necesitaban ropa, dormían en el suelo y, por lo tanto, no tenían avaricia. Pero los caldeos, sabemos, corrían de aquí para allá para obtener dinero de los simples y crédulos. Por lo tanto, el rey aquí habla según la costumbre cuando promete una gran recompensa. Debemos comentar aquí, cómo los caldeos dispersaron sus profecías por el bien de la ganancia; y cuando el conocimiento se vuelve vendible, seguramente será adulterado con muchos defectos. Como cuando Pablo habla de corruptores del Evangelio, dice: traficaron con él (2 Corintios 2:7) porque cuando se obtiene un beneficio, como hemos dicho anteriormente, incluso los maestros honorables necesariamente deben degenerar y pervierte toda sinceridad por su mentira. Porque donde reina la avaricia, hay adulación, obsequiosidad servil y astucia de todo tipo, mientras que la verdad se extingue por completo. Por lo tanto, no es sorprendente que los caldeos estuvieran tan inclinados al engaño, ya que se volvió natural para ellos a través de la búsqueda de ganancias y la lujuria por la riqueza. Algunos maestros honestos pueden recibir apoyo del tesoro público; pero, como hemos dicho, cuando alguien es apartado por el lucro, necesariamente debe pervertir y depravar toda la pureza de la doctrina. Y a partir de este pasaje recogemos, además, la ansiedad del rey, ya que no deseaba ahorrar gastos, si de esta manera podía hacer clic en la interpretación de su sueño de los caldeos; todo el tiempo está furiosamente enojado con ellos, porque no obtiene lo que la recompensa ofrecida debe procurar. Ahora sigue:

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