2. Y Moisés llamó a todo Israel. Este pasaje también puede referirse al prefacio de la Ley, ya que su tendencia es recomendarlo e instruir y preparar las mentes de las personas para que puedan ser enseñadas. Toma su comienzo de las bendiciones divinas, que habían experimentado tanto en su éxodo como en sus andanzas de cuarenta años; porque habría sido el colmo de la bajeza y la ingratitud no dedicarse a un Libertador que había tratado tan gentilmente con ellos. Y seguramente era una señal inestimable de su amor paterno hacia ellos, que se hubiera puesto en contra de un rey tan poderoso por el bien de sus siervos. Finalmente, para que no haya dudas sobre su liberación, él amplía el poder que Dios mostró allí, en magníficos términos de alabanza de acuerdo con su dignidad.

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