63. Y Isaac salió. Parece que Isaac vivía separado de su padre; ya sea porque la familia era demasiado numerosa o porque tal era la costumbre. Y quizás Abraham ya se había casado con otra esposa; de modo que, en aras de evitar disputas, le parecería más conveniente tener una casa propia. Así, la gran riqueza tiene sus problemas concomitantes. Sin duda, de todas las bendiciones terrenales otorgadas por Dios, ninguna hubiera sido más dulce para Abraham que la de vivir con su hijo. Sin embargo, de ninguna manera pienso que fue privado de su sociedad y asistencia. Porque tal era la piedad de Isaac, que indudablemente estudió para cumplir con todos los deberes hacia su padre: esto solo era un deseo, que no vivieran en la misma casa. Moisés también relata cómo sucedió que Isaac se reunió con su esposa antes de que ella llegara a su casa. Porque él dice que Isaac salió por la tarde a meditar o rezar. Para la palabra hebrea שוח (soach) puede significar cualquiera. Es probable que haya hecho esto de acuerdo con su costumbre, y que haya buscado un lugar de retiro para la oración, a fin de que su mente, liberada de toda evasión, tenga más libertad para servir a Dios. Sin embargo, ya sea que estuviera pensando en la meditación o en la oración, el Señor le otorgó una muestra de su propia presencia en esa reunión alegre.

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