5. Y Noé hizo todo lo que el Señor le mandó. Esto no es una mera repetición de la oración anterior; sino que Moisés elogia la constante obediencia de Noé al cumplir todos los mandamientos de Dios; como si quisiera decir que, en cualquier detalle que le placía a Dios probar su obediencia, Noé siempre se mantuvo constante. Y, ciertamente, no es apropiado obedecer uno u otro mandamiento de Dios únicamente, de manera que cuando hemos cumplido una obediencia defectuosa, nos sintamos en libertad para retirarnos; ya que debemos recordar la declaración de Santiago:

"Aquél que te prohibió matar, también te prohibió robar y cometer adulterio" (Santiago 2:11).

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