24. Y consideremos el uno al otro, etc. No dudo, pero que se dirige a los judíos especialmente en esta exhortación. Es bien sabido cuán grande fue la arrogancia de esa nación; Siendo la posteridad de Abraham, se jactaban de que solo ellos, con la exclusión de todos los demás, habían sido elegidos por el Señor para heredar el pacto de la vida eterna. Inflados por tal privilegio, despreciaban a otras naciones y deseaban que se les considerara solos en la Iglesia de Dios; Es más, se arrogaron a sí mismos el nombre de ser La Iglesia. Era necesario que los apóstoles trabajaran mucho para corregir este orgullo; y esto, a mi juicio, es lo que el apóstol está haciendo aquí, para que los judíos no soporten que los gentiles estén asociados con ellos y unidos como un solo cuerpo en la Iglesia.

Y primero, de hecho, dice: Consideremos el uno al otro; pues Dios estaba reuniendo una Iglesia tanto de los judíos como de los gentiles, entre los cuales siempre había habido una gran discordia, de modo que su unión era como la combinación de fuego y agua. Por lo tanto, los judíos retrocedieron de esto, porque pensaron que era una gran indignidad que los gentiles fueran igualados con ellos. A este aguijón de emulación perversa que los pinchó, el Apóstol coloca a otro en oposición, incluso el amor; o la palabra παροξυσμὸς, que usa, significa el ardor de la contienda. Entonces, para que los judíos no se enardezcan de envidia y se vean envueltos en una disputa, el Apóstol los exhorta a una emulación piadosa, incluso para estimularse mutuamente a amar. (177)

"Y consideremos atentamente el uno al otro en orden para avivar el amor y las buenas obras ". - Macknight.

"Además, consideremos atentamente por el bien de emocionante amor y buenas obras ". - Stuart

La idea de la emulación parece no estar incluida en las palabras. El significado de la exhortación es, aprovechar la oportunidad que las circunstancias le brindan, promover el amor y el ejercicio de la benevolencia. Como ejemplo de la falta de amor, se da cuenta en el siguiente verso de su negligencia de reunirse para la adoración divina; y al no reunirse no tuvieron oportunidad de hacer el buen trabajo amonestando y exhortándose unos a otros. - Ed.

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