7. Ese castigo con el que el Señor castigó a Safira no contiene nada nuevo, salvo que el ejemplo fue el más confirmado. Y sucedió por la cierta providencia de Dios, que la Iglesia debería ver aparte la obstinada maldad y la mente traidora de ambos. Al ver que sus fallas eran iguales, podrían haber sido conocidos juntos; pero esto era más apropiado y provechoso para la Iglesia, ya que ellos podrían confundir su propia maldad. Tampoco fue provocada Sapphira por la vista de su esposo para disimular (como sucede a menudo) que la culpa podría atribuirse a la vergüenza, sino por su propia voluntad, y al ser incitada por ningún otro medio, ella parece no ser mejor que su esposo. Además, su maldad al mentir era como, por lo que ella puede ver por el interrogatorio de Peter que su engaño fue descubierto.

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