6. Aullidos. Continúa con el mismo argumento y ordena a los habitantes de Babilonia aullar. No es que él les instruya, como si esperara que fuera de alguna ventaja, sino que, al predecir cuál será su condición, emplea enfáticamente esta forma de dirección directa.

Porque el día del Señor está cerca. Él lo llama el día del Señor, de acuerdo con la costumbre habitual de las Escrituras, porque cuando el Señor retrasa su juicio, parece cesar en el desempeño de su cargo, como los jueces cuando no ascienden al tribunal. Este modo de expresión merece atención, ya que con mucho gusto someteríamos a Dios a nuestra disposición, para que él pudiera sentenciar de inmediato a los impíos. Pero tiene su propio tiempo designado y conoce las estaciones en las que es apropiado castigar lo malo y ayudar a lo bueno.

Vendrá como destrucción del Fuerte. (200) Amenaza con que la severidad del juicio será tal que los habitantes de Babilonia tendrán buenas razones no solo para llorar sino para aullar; porque Dios muestra su poder para desperdiciarlos y destruirlos. שדד (shadad) significa desperdiciar y saquear. De este verbo se deriva שדי, (Shaddai,) uno de los nombres de Dios, que algunos hacen del Todopoderoso. Por lo tanto, hay una elegante alusión a la derivación de la palabra; como si hubiera dicho que los habitantes de Babilonia aprenderán por su propia destrucción cuán apropiadamente se llama a Dios שדי, (Shaddai,) es decir, fuerte y poderoso para destruir. (201)

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