22. Es el que se sienta. Él persigue el mismo tema, aunque de manera diferente, y ensalza la gloria y el poder de Dios. Por qué lo hace, ya lo hemos explicado en alguna medida. Es porque somos tan propensos a la desconfianza, que la ocasión más pequeña nos hace dudar; y por lo tanto, el Profeta está obligado a repetir lo mismo de muchas maneras, para que pueda mantener nuestros corazones débiles e inconstantes en el ejercicio de la confianza en Dios. Antes hablaba de la creación del mundo, pero ahora llega a su continuo gobierno; porque Dios no solo ejerció su poder por un solo momento para crear el mundo, sino que manifiesta su poder no menos eficazmente para preservarlo. Y esto es digno de observación; porque nuestras mentes estarían poco impresionadas al saber que Dios es el creador del mundo, si su mano no se extendiera continuamente para sostenerla en existencia. Por la palabra se sienta, el Profeta quiere decir que la tierra no permanece firme y permanentemente en su lugar más allá de lo que es sostenido por el poder de Dios; para "sentado" es un término metafórico que denota "gobierno".

Los habitantes de los cuales son como langostas. Al comparar a los habitantes de la tierra con las langostas, nos recuerda que Dios no puede ser confinado dentro de límites tan estrechos, porque "incluso los cielos (1 Reyes 8:27) no lo contienen"; para que podamos aprender, siempre que mencionemos a Dios, a no concebir nada terrenal o humano como perteneciente a su incomprensible gloria. Además, esta metáfora muestra cuán ridícula es la ceguera de los hombres cuando reclaman algo para sí mismos; porque se jactan tanto de su jactancia como si algunas criaturas pequeñas, como las langostas, se elevaran saltando; pero deben caer inmediatamente de nuevo en la tierra.

Lo extiende como una tienda de campaña. David también emplea la misma forma de expresión, (Salmo 104:2), y ambos hablan del aspecto y se extienden desde los cielos con respecto a nosotros; porque no significan que Dios extiende los cielos, para que él pueda habitar en ellos, sino que nos puede dar un lugar de habitación debajo de ellos; porque mientras la tierra se sostiene, los cielos nos cubren, de modo que tenemos una vivienda cerca y cubierta por todos lados.

Pero se puede pensar que estas metáforas restan mucho valor a la dignidad del sujeto del que habla el Profeta, mientras que su objetivo es recomendarlo y exaltarlo al máximo de su poder. ¿Qué es una cortina? ¿Qué es una tienda de campaña? Respondo que estas metáforas tienden a exaltar el tema; porque es como si hubiera dicho, "que es tan fácil para Dios extender el cielo, como para un hombre extender una cortina". Y deja que cada persona considere qué tan grande es la diferencia entre el cielo y una cortina, y cuál es su tamaño, que cualquier persona puede entender fácilmente. Por último, existe un contraste implícito entre los tabernáculos o las casas (119) que los hombres son largos, laboriosos y con grandes gastos empleados en la construcción, y que apenas se elevan a cien pies, y la altura inconmensurable de los cielos se extiende por un acto instantáneo de la voluntad de Dios, lo que pone de manifiesto en abundancia cuán grande y excelente es un obrero.

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