Por otro lado, afirma, que los perdidos son restaurados, cuando el Señor habla repentinamente, de una nación y de un reino, para construir y plantar; como si se dijera: "No solo perdonaré, sino que estoy listo para otorgar bendiciones a aquellos a quienes antes había rechazado como mis enemigos". Entonces Dios amplifica su bondad cuando dice que no solo perdonará los pecados de los hombres, para perdonarlos libremente, sino que está listo para otorgarles todo tipo de bendiciones, si buscan reconciliarse con él.

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