10. Pero estos hablan mal de aquellas cosas que no saben. Él quiere decir que no tenían gusto por nada más que lo que era asqueroso, y como era bestial, y por lo tanto no percibían lo que era digno de honor; y que aun así añadieron audacia a la locura, por lo que temieron no condenar las cosas por encima de su comprensión; y que también trabajaron bajo otro mal, ya que cuando, como bestias, fueron llevados a aquellas cosas que gratificaban los sentidos del cuerpo, no observaron moderación, sino que se atiborraron en exceso como los cerdos que ruedan en el lodo apestoso. El adverbio, naturalmente, se opone a la razón y al juicio, ya que el instinto de la naturaleza solo rige en los animales brutos; pero la razón debe gobernar a los hombres y contener sus apetitos.

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