Salmo 1:1

1. Bienaventurado el hombre. (19) El significado del salmista, como he dicho anteriormente, es que siempre estará bien con los siervos devotos de Dios, cuyo esfuerzo constante es avanzar en el estudio de su ley. La mayor parte de la humanidad acostumbrada a ridiculizar la conducta de los santos com... [ Seguir leyendo ]

Salmo 1:2

En el segundo verso, el salmista no solo pronuncia a aquellos felices que temen a Dios, como en otros lugares, sino que designa la piedad mediante el estudio de la ley, enseñándonos que a Dios solo se le sirve correctamente cuando se obedece la ley. No le corresponde a cada hombre enmarcar un sistem... [ Seguir leyendo ]

Salmo 1:3

El salmista aquí ilustra y, al mismo tiempo, confirma con una metáfora la declaración hecha en el verso anterior; porque muestra en qué respeto los que temen a Dios deben ser considerados felices, a saber, no porque disfruten de una alegría evanescente y vacía, sino porque están en una condición des... [ Seguir leyendo ]

Salmo 1:4

El salmista podría, con propiedad, haber comparado a los impíos con un árbol que se marchita rápidamente, como Jeremías los compara con el brezo que crece en el desierto, (Jeremias 17:6) Pero sin considerar esta figura lo suficientemente fuerte, él los degrada al emplear a otro, que los representa d... [ Seguir leyendo ]

Salmo 1:5

En el quinto verso, el profeta enseña que una vida feliz depende de una buena conciencia, y que, por lo tanto, no es maravilloso, si los impíos caen repentinamente de la felicidad de la que se imaginan en posesión. Y hay implícito en las palabras una especie de concesión; el profeta reconoce tácitam... [ Seguir leyendo ]

Salmo 1:6

Incluso en este mundo, la prosperidad de los impíos comienza a pasar tan a menudo como Dios manifiesta las señales de su juicio; (porque entonces, al despertarse del sueño, están obligados a reconocer, lo harán o no, que no tienen parte en la asamblea de los justos;) sino porque esto no se logra sie... [ Seguir leyendo ]

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