6. Este pobre hombre lloró y Jehová lo escuchó. David presenta aquí todo lo que habla piadosamente de sí mismo, más enfáticamente para expresar cuánto peso hay en su ejemplo para alentarlos. Este pobre hombre, dicen ellos, lloró; por eso Dios invita a todos los pobres a llorarle. Contemplan en David lo que pertenece al beneficio común de todos los piadosos; porque Dios está tan dispuesto y listo en este día para escuchar a todos los afligidos que dirigen sus suspiros, deseos y gritos, a él con la misma fe, como lo estaba en ese momento para escuchar a David.

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