2. Estaba mudo en silencio. Ahora declara que esta resolución de la que ha hablado no había sido un mero pensamiento pasajero y momentáneo, sino que había demostrado con su conducta que en realidad era una resolución profundamente arraigada en su corazón. Él dice, entonces, que mantuvo la calma por un tiempo, como si hubiera sido sordo, lo cual fue una manifestación singular de su paciencia. Cuando decidió así guardar silencio, no era una resolución tal como las personas de disposición cambiante, que apenas conocen su propia mente, y que con dificultad pueden ser llevados a la práctica para cumplir sus deseos, a menudo hacen: tenía mucho tiempo y se acostumbró firmemente al ejercicio de la paciencia; y esto lo había hecho, no solo guardando silencio sino haciéndose completamente tonto, como si hubiera sido privado del poder del habla. Algunos expresan la expresión del bien en el sentido de que no solo se abstuvo de pronunciar palabras pecaminosas y desaconsejadas, sino que también se abstuvo de hablar sobre cualquier tema. Otros piensan que mantuvo la paz del bien, ya sea porque, abrumado por las miserias y las aflicciones, no encontró alivio a ningún lado al que se volvió, o bien, porque, debido a la grandeza de su dolor, no pudo cantar el alabanzas a Dios Pero en mi opinión, el sentido natural es que, aunque fue capaz de defenderse adecuadamente, y no se podía demostrar que quisiera motivos justos y adecuados de queja, se abstuvo de hablar de su propia voluntad. (63) Podría haber encontrado al impío con una buena defensa de su propia inocencia, pero prefirió renunciar al enjuiciamiento de su causa justa antes que dedicarse a cualquier pena intemperante Añade en la última cláusula del verso que, aunque se contuvo por un tiempo, la violencia de su dolor finalmente rompió todas las barreras que había puesto en su lengua. Si David, que era un campeón tan valiente, fracasó en medio de su curso, ¿por qué razón más grande debemos tener miedo de no caer de la misma manera? Él dice que su dolor se agitó, porque, como veremos pronto, el ardor de sus afectos se enardeció para volverse tumultuoso. Algunos expresan la frase en este sentido, que su pena se corrompió, como si fuera su significado, que empeoró; tal como sabemos que una herida empeora cuando sucede que se pudre o supura: pero esta sensación es forzada.

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