Al comienzo del salmo, David habla de tener muchos enemigos, y en el segundo verso especifica a alguien en el número singular. Y ciertamente, dado que las mentes de todos los hombres estaban inflamadas contra él, tenía muy buenas razones para rezar para que todos sus perseguidores lo liberaran. Pero como la malvada crueldad del rey, como una marca de fuego, se había encendido contra él, aunque era una persona inocente, el odio de todo el pueblo, también tenía buenas razones para volver su pluma especialmente contra él. Así, en el primer verso, describe el verdadero carácter de sus propias circunstancias: era un hombre perseguido; y, en el segundo verso, la fuente o causa de la calamidad que estaba soportando. Hay un gran énfasis en estas palabras que él usa al comienzo de los Salmos. Oh Jehová, Dios mío, en ti confío. El verbo, es cierto, está en tiempo pasado en hebreo; y, por lo tanto, si se traduce literalmente, la lectura sería: En ti he confiado; pero como los hebreos a menudo toman un tiempo por otro, (98) prefiero traducirlo en el presente, en ti confío, especialmente porque es abundante Es evidente que un acto continuo, como se lo denomina, se denota. David no se jacta de una confianza en Dios, de la que había caído ahora, sino de una confianza que constantemente mantenía en sus aflicciones. Y esta es una prueba genuina e indudable de nuestra fe, cuando, siendo visitados con adversidad, no obstante, perseveramos en apreciar y ejercer esperanza en Dios. De este pasaje, también aprendemos que la puerta de la misericordia se cierra contra nuestras oraciones si la llave de la fe no nos la abre. Tampoco usa lenguaje superfluo cuando llama a Jehová su propio Dios; Al establecer esto como un baluarte ante él, él hace retroceder las olas de las tentaciones, para que no abrumen su fe. En los segundos versos de la figura de un león, él representa con una luz más fuerte la crueldad de Saúl, como un argumento para inducir a Dios a que le brinde ayuda, incluso cuando se lo atribuye a Él como su provincia peculiar para rescatar a sus pobres ovejas de Las fauces de los lobos.

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