Hechos 7:37, 38. "Este es aquel Moisés que dijo a los hijos de Israel: Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis. Este es el que estuvo en el iglesia en el desierto con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros padres, que recibieron palabras vivas para darnos”. Las cosas que Esteban observa de Moisés en estos versículos sirven más para mostrar que la comparación que hace del trato de los judíos a Cristo con el trato de sus padres a Moisés es apta y pertinente, y para hacer la aplicación que hace Hechos 7:51, "Tercos de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistid siempre al Espíritu Santo: como vuestros padres, así haced vosotros" - más convincente; porque aquí observa que el mismo Moisés compara al Mesías con él, y dice que Él será un Profeta como él; y además, sus padres al rechazar a Moisés rechazaron a Cristo, porque Moisés habló y actuó en el nombre de Cristo, y como Su mensajero e instrumento, y Cristo estaba con él en lo que hizo y dijo, como observa Esteban, versículo 38, que Moisés estaba con el ángel ( i.

mi. , Cristo) en el monte Sinaí, y habló con él, y con nuestros padres, que recibieron las palabras vivas para darnos; de modo que Moisés habló Sus palabras, y [así] que al rechazar a Moisés rechazaron las propias palabras de Cristo, y sus murmuraciones contra él y su oposición a él eran realmente oposición a Cristo.

Hechos 8:20-22

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