El resultado fue que πολλῷ πλείους, un número mucho mayor de lo que había creído debido al informe de la mujer ahora creía διὰ τὸν λόγον αὐτοῦ, debido a lo que habían oído de Jesús mismo. Esta es una fe aprobada por Juan, porque no se basa en milagros sino en la palabra de Cristo. οὐκέτι … καὶ οἴδαμεν. Ya no creemos a causa de tu habla [λαλιάν, no λόγον], porque nosotros mismos hemos oído y sabemos.

Esto sólo lo podían decir los que salieron primero de la ciudad, no los muchos más que creyeron después. Sintieron que su fe era ahora más firme y más fuerte, más digna de llamarse fe. Esta creencia madura se expresó en la confesión οὗτός ἐστιν ἀληθῶς ὁ σωτὴρ τοῦ κόσμου ὁ Χριστός. El título “Salvador del Mundo” fue por supuesto inspirado por la enseñanza del mismo Jesús durante Su residencia de dos días.

Suponer, con varios intérpretes, que el evangelista lo pone en boca de los samaritanos es suponer que durante estos dos días Jesús no les reveló que Él era el Salvador del Mundo. [“Probablemente no pertenezca a los samaritanos sino al evangelista. Al mismo tiempo, es posible que tal epíteto sea empleado por ellos simplemente como sinónimo de 'Mesías'” Sanday.]

Baur ha puesto en duda la historicidad de esta narración, quien piensa que la mujer es un tipo de paganismo susceptible; y por Strauss, quien piensa que fue inventado con el propósito de mostrar que Jesús enseñó personalmente no solo en Galilea, Judea y Perea, sino también en Samaria. “Cuán natural es la tendencia a perfeccionar la agencia de Jesús, representándolo como el que sembró la simiente celestial en Samaria, extendiendo así Su Ministerio por todas partes de Palestina; limitar la gloria de los apóstoles y otros maestros a la de ser meros segadores de la mies en Samaria; y poner esta distinción, en una ocasión adecuada, en la boca de Jesús!” La idea de Holtzmann de esta sección del Evangelio es similar.

El carácter ficticio de la narración parece basarse principalmente en su gran significado para la vida de Cristo. Como si los eventos reales de Su vida no fueran significativos. También se hace hincapié en la circunstancia de que entre los pueblos sencillos todos los incidentes llamativos, las conversaciones, los reconocimientos, tienen lugar en los pozos. En otras palabras, los pozos son lugares comunes de reunión, por lo tanto, esta reunión en un pozo no puede haber tenido lugar.

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