Y muchos más creyeron. - El velo permanece en esos dos días, como en tantos días en la vida de Cristo. Sabemos cuánto se dijo en el pozo en pocos minutos, y que muchos creyeron en Él en pocas horas. ¡Qué preguntas deben haber hecho! ¡Qué verdades debió haber enseñado durante esta estancia! ¡Cómo debe haber ardido en los corazones de este pueblo mezclado y despreciado esa verdad central de la Paternidad de Dios y la hermandad del hombre! La salvación fue de los judíos, y eran de Babilonia, de Cutha, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim.

Pero la paternidad es una verdad para todo corazón de hombre, y el que unió así el cielo y la tierra fue el Salvador del mundo. No sabemos qué palabras pasaron de ellos a Él, de Él a ellos; pero sabemos que el resultado fue que muchos más creyeron, y que aquellos que antes creyeron por testimonio pasaron a la fe más elevada de convicción personal.

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