Estos versículos no contienen tanto una aplicación como una corrección de la parábola. Es posible que hayan sido añadidos por Lc. (Así J. Weiss en Meyer, y Holtzmann, HC) para evitar malentendidos, ofensas o abusos, sirviendo así al mismo propósito que la adición “para arrepentimiento” al dicho, “No vine a llamar”, etc. ( Lucas 5:32 ); otro ejemplo de solicitud editorial por parte de un evangelista siempre cuidadoso de proteger el carácter y la enseñanza de Jesús contra malentendidos.

Visto así, su deriva es: “el mayordomo fue deshonesto en asuntos de dinero; no infieras que no importa si eres honesto o no en esa esfera. Es muy necesario ser fiel incluso allí. Porque fiel en lo poco, fiel en lo mucho, infiel en lo poco, infiel en lo mucho. El que no es digno de confianza en relación con los bienes mundanos es indigno de que se le confíen las verdaderas riquezas; el administrador injusto de los bienes ajenos no merecerá confianza como administrador ni aun de los suyos.

En la parábola, el mayordomo trató de servir a dos señores, su señor y los acreedores de su señor, y al hacerlo promovió su propio interés. Pero la cosa no se puede hacer, como hasta su caso demuestra”. Este correctivo, si no fue pronunciado por Jesús, no es contrario a Su enseñanza. ( Lucas 16:10 hace eco de Mateo 25:21 ; Lucas 19:17 ; Lucas 16:13 reproduce verbalmente el logion en Mateo 6:24 .

) Sin embargo, tal como está aquí, diluye la parábola y debilita el punto de su enseñanza. Tenga en cuenta los epítetos aplicados al dinero: el poco o menos, el injusto y, por implicación, el fugaz, lo que pertenece a otro (τῷ ἀλλοτρίῳ). Las riquezas espirituales son lo “mucho”, lo “verdadero” τὸ ἀληθινὸν, en el sentido joánico = el ideal en oposición a la vulgar realidad sombría, “lo nuestro” (ἡμέτερον).

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