τινὲς δὲ : no soldados romanos, porque no sabían nada acerca de Elias; podrían ser judíos helenísticos que no entendían hebreo o arameo (Grotius); más probablemente personas despiadadas que solo pretendían entender mal. Era de poco ingenio, y mostraba poca capacidad para sacar provecho de las palabras pronunciadas. Cuánto más al propósito de haber dicho: ¡Escúchalo! En realidad confiesa que su Dios en quien confiaba lo ha abandonado.

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Antiguo Testamento