Pero lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios. Las palabras "insensato, débil, bajo", forman un clímax, y son utilizadas por San Pablo para describir a los fieles que habían sido llamados a Cristo, o más bien a los mismos Apóstoles, que los habían llamado. Los contrasta como incultos, pobres, viles y, por lo tanto, necios a los ojos del mundo, y el hazmerreír del mundo, con los sabios, fuertes y poderosos del mundo.

Cosas que no son . Esto se aplica a las mismas personas como despreciables y sin contar. En otras palabras, Dios escogió a los Apóstoles despreciados, de quienes no se tenía en cuenta, para destruir y, por así decirlo, deshacer las cosas que son, es decir , que son muy estimadas, como por ejemplo , los sabios y poderosos de el mundo.

Observe que Dios pasó por alto tres cosas que el mundo suele admirar, a saber, la sabiduría, el poder y el nacimiento, cuando llamó a los hombres a la fe, la justicia y la salvación; y por otro lado que tres cosas opuestas a estas fueron escogidas por Él, a saber, la falta de sabiduría, de poder y de nacimiento. Esto se hizo para mostrar que la obra era de Dios, y que este llamamiento debía atribuirse a la gracia de Dios, y no a la excelencia humana.

Así, en el siglo segundo después de los Apóstoles, eligió a Inés, una doncella de trece años, la cual asombró y confundió a sus jueces y a todos los paganos que la veían por su maravillosa fortaleza. Bien, pues, reza la Colecta para su día: “ Dios todopoderoso y eterno, que escoges las cosas débiles del mundo para avergonzar a las fuertes, concédenos misericordiosamente que a los que celebramos la fiesta de tu Virgen y Mártir S.

Inés, reciba el fruto de sus oraciones. Tales eran también SS. Agatha, Lucy, Dorothy, Barbara y un número incontable de otros a quienes Dios parece haber suscitado para mostrar el poder de Su gracia en su debilidad. Por lo tanto, en su Colecta, la Iglesia ora: " Oh Dios, que, entre otras maravillas de tu poder, también has conferido a las mujeres débiles la victoria del martirio, concédenos misericordiosamente que nosotros, que guardamos el 'cumpleaños' de tu santísima Virgen y mártir, N., podamos con su ejemplo llegar a Ti, "

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento