A uno le es dada por el Espíritu la palabra de sabiduría. El poder de explicar la sabiduría, a saber, los misterios más profundos de la Trinidad, de la Encarnación, de la predestinación, etc. Cf. cap. XIII.

a otro la palabra de conocimiento. El poder de explicar las cosas pertenecientes a la vida y la moral. S. Agustín distingue así entre sabiduría y ciencia ( de Trin. lib. xii. c. 14 y 15), y el Apóstol así toma la ciencia en el cap. viii. Otros entienden por conocimiento el poder de explicar las cosas de la fe con ejemplos, comparaciones y razonamientos humanos y filosóficos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento