(5) Porque a uno le es dada por el Espíritu la palabra de (h) sabiduría; a otro, la palabra de conocimiento por el mismo Espíritu;

(5) Él declara esta diversidad múltiple, y cuenta los dones principales, poniéndoles en la cabeza lo que dijo antes, es decir, que todas estas cosas procedían de un solo y mismo Espíritu.

(h) La sabiduría es un don excelente y muy necesario, no solo para los que enseñan, sino también para los que exhortan y consuelan. Y esto es propio del oficio de pastor, ya que la palabra de conocimiento conviene a los maestros.

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