Porque el sello de mi Apostolado estáis en el Señor. Una prueba de mi apostolado se ve en vosotros, en mi predicación, en mis milagros, en los trabajos y peligros que he soportado o hecho entre vosotros para vuestra conversión; por cosas tales como con sellos divinos he sellado, confirmado y probado mi apostolado. Todas estas cosas testifican en voz alta que soy un verdadero Apóstol, enviado por Dios para enseñaros y salvaros.

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