Y toda la multitud oraba afuera. Es decir, en el atrio fuera del Lugar Santo o Templo, en el que solo los sacerdotes pueden entrar. Había dos tribunales; el interior, de los sacerdotes, que contenía el altar del holocausto; y el exterior, del pueblo, que desde él miraban los sacrificios ofrecidos por los sacerdotes; mas el altar del incienso que estaba en el lugar santo no podían ver.

A la hora del incienso. Es decir, cuando los sacerdotes quemaban el incienso; porque según la costumbre religiosa de todas las naciones se quemaba incienso en el culto de Dios.

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Antiguo Testamento