Y todos fueron a ser tributados, cada uno a su ciudad. A las ciudades de donde fueron originarias sus respectivas familias; como la casa de David, de la cual nacieron José y Cristo, tomó la suya de Belén; David habiendo nacido y criado en Belén. Los judíos habían dividido su nación en doce tribus y éstas a su vez en diferentes familias, y así los romanos, al hacer el censo entre ellos, siguieron esta división.

Efectivamente, todo esto estaba ocurriendo bajo la dirección de Dios, para que fuera claro para todo el mundo que Cristo, entonces recién nacido en Belén, era de la tribu de Judá y de la casa de David, y que Él era el Mesías, como los profetas habían predicho.

Ser gravado . El griego α̉πογζάφεθαι significa tanto estar inscrito como hacer una declaración. Cada uno fue inscrito e hizo una declaración de lealtad al que lo inscribió, es decir, a Cirenio, como vicerregente de Augusto. Porque en Roma eran inscritos como ciudadanos y súbditos todos aquellos cuya lealtad hacia Augusto y el Senado no cabía duda, pero en otros lugares se decía que hacían una declaración de lealtad, como extranjeros sometidos por las armas romanas.

Orosius, libro VI, último capítulo, infiere de esta inscripción que Cristo era un ciudadano romano, que Él podría, por así decirlo, tácitamente significar que todos los cristianos deben estar sujetos al Romano Pontífice y la Iglesia.

Simbólicamente , por esta inscripción se significa la venida de Cristo para librarnos de la servidumbre del diablo, y someter a todo el mundo a su fe y adoración, no por la fuerza de las armas, sino por la eficacia de su gracia; y por esta causa fue que Augusto en ese momento rechazó el título de "Señor", como testifican Orosio y otros.

De nuevo, S. Gregorio, Homilía viii. en Evang., dice: "¿Por qué se hace un censo de todo el mundo cuando el Señor está a punto de nacer, excepto que por este medio se muestra claramente que Él estaba apareciendo en la carne para inscribir a Sus elegidos en Porque, por otra parte, el Profeta dijo de los réprobos: Que sean borrados del libro de los vivos, y que no se escriban con los Justos.

" Así también Orígenes. "Para quien mira atentamente el asunto, parece presentar una especie de misterio, como si, en la inscripción de todo el mundo, también a Cristo le correspondiera ser inscrito, para que estando inscrito con todos los demás hombres pudiera santifique a todos, y que habiendo entrado en el censo con todo el mundo, pueda dar al mundo algo en común consigo mismo".

Por tanto, parece que Cristo no fue inscrito inmediatamente después de su nacimiento, sino ocho días después de su circuncisión; porque en su circuncisión le fue dado el nombre de Jesús, y, en presencia de los habitantes de Belén, que eran de la casa de David, entró en las tablas públicas que Cirenio envió a Augusto, a saber, que Jesús, el Hijo de María nació en Belén, del linaje de David. Así Justin "Apol. ii., ad Antoninum Pium", Orígenes, y otros.

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