Eclesiastés 7 y Eclesiastés 1 muestran un parecido sorprendente con el estilo del escritor del Libro de Proverbios. Hasta aquí, el objetivo principal ha sido expresar la vanidad de las condiciones de la vida humana: en adelante, el objetivo principal será dirigir al hombre sobre cómo comportarse bajo esas condiciones.

La deriva general de los consejos del escritor a lo largo de los últimos seis capítulos, y particularmente en Eclesiastés 7:1, apunta a la sabiduría unida al temor de Dios como el "bien para el hombre en esta vida". Está ilustrado por la referencia frecuente y el contraste con ese mal que consiste en una locura aliada con la maldad.

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