Mi doctrina - Mi enseñanza, o lo que enseño. Este es el significado apropiado de la palabra "doctrina". Es lo que se nos enseña y, según se aplica a la religión, es lo que Dios nos enseña en las Sagradas Escrituras.

No es vino - No es mi origen. Aunque no he aprendido en sus escuelas, no debe inferir que la doctrina que enseño fue ideada o inventada por mí. No enseño nada que sea contrario a la voluntad de Dios, y que él no me ha designado para enseñar.

Suyo que me envió - Dios. Es lo que él aprueba y lo que me ha encargado que enseñe. La doctrina es divina en su origen y en su naturaleza.

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