Deja que mi alma viva, y te alabará - Deseo vida para poder alabarte; si vivo, te alabaré. Mi vida está consagrada a tu servicio; si se alarga, y en la medida en que se alargue, se dedicará a ti.

Y que tus juicios me ayuden - Los tratos de tu mano; las interposiciones de tu providencia. Que todos sean tales que sean favorables para el gran propósito de mi alma: el servicio de mi Dios.

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