Le dije al Señor: Tú eres mi Dios ... - En todos estos peligros de la guerra abierta, en todos estos peligros de un astuto enemigo tendido en una emboscada, mi único refugio era Dios; Mi esperanza estaba solo en él. De todos estos peligros, visibles e invisibles, sabía que él podía defenderme, y creí con confianza que lo haría.

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