Porque contigo está la fuente de la vida - La fuente o fuente de donde fluye toda la vida. Todos los seres vivos derivan tu origen de ti, como las corrientes fluyen de las fuentes; todo lo que se llama "vida" propiamente dicha procede de ti; todo lo que hace que la vida sea real, lo que la hace deseable o feliz, tiene su origen en ti. El salmista evidentemente pretendía incluir aquí más que la mera "vida" considerada como existencia animada. Recuerda a lo que se había referido en los versos anteriores: las diversas bendiciones que procedían de la misericordia y la bondad amorosa de Dios, y que fueron acompañantes de su adoración; y aquí dice que todo esto, todo lo que hace feliz al hombre, todo lo que puede considerarse propiamente como "vida", procede de Dios. La vida literalmente, en el hombre y en todos los seres animados; vida espiritual vida aquí y vida en el más allá: todo debe ser rastreado hasta Dios.

En tu luz veremos luz - Como eres la Fuente de luz, y toda la luz procede de ti, entonces podremos ver la luz, o ve lo que es verdad, solo como lo vemos en ti. Al mirarte a ti; meditando en tu carácter; por una correcta comprensión de ti mismo; al estar rodeado de la luz que te abarca, veremos luz sobre todas esas grandes preguntas que nos dejan perplejos y que es tan deseable que debamos entender. No es mirándonos a nosotros mismos; no es por ninguna enseñanza humana; no es mediante la búsqueda de información "lejos de ti", que podemos esperar tener las preguntas que nos dejan perplejos; es solo viniendo a ti mismo y mirándote directamente a ti. No hay otra fuente de luz y verdad reales sino Dios; y en la contemplación de sí mismo, y de la luz que lo abarca, y solo en eso, podemos esperar comprender los grandes temas sobre los que jadeamos tanto para estar informados. Todo lejos de Dios es oscuro; todo cerca de él es luz. Si, por lo tanto, deseamos luz sobre los temas que pertenecen a nuestra salvación, debe buscarse mediante un acercamiento directo y cercano a él; y cuanto más nos perdamos en el esplendor de su trono, más entenderemos la verdad. Compare 1 Juan 1:5; Apocalipsis 21:23; Rev 22: 5 ; 1 Pedro 2:9.

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