En la frase en el título de este salmo, “Para el músico principal”, vea las notas en el título de Salmo 4:1. En la expresión "A Jeduthun", vea las notas en el título de Salmo 39:1. Jeduthun fue uno de los nombrados por David para presidir la música del tabernáculo 1 Crónicas 25:1, pero ahora es imposible determinar por qué este salmo y los otros donde se encuentra su nombre en el título Salmo 39:1; Salmo 77, estaban dedicados a él o comprometidos con su cuidado especial. El salmo, en el título, se le atribuye a David como el autor, pero no tenemos conocimiento seguro en qué ocasión fue compuesto. Su contenido concuerda bien con la suposición común de que debe referirse al tiempo de Absalón y a los problemas que David experimentó en su rebelión.

El salmo, aparentemente solo con fines musicales, se divide en tres partes, las divisiones se indican mediante la palabra Selah, Salmo 62:4, Salmo 62:8. Otra división se indica en el original por la recurrencia de la palabra אך 'ak - "verdaderamente" - al comienzo de Salmo 62:1, Salmo 62:4, Salmo 62:9, como si la mente del autor hubiera quedado muy impresionada con la importancia del sentimiento particular introducido por esa palabra.

El propósito general del salmo es guiar a las personas a confiar en Dios. Los contenidos son los siguientes:

I. Una declaración de la humilde confianza del autor en Dios - confía en él como su única esperanza - como su roca y su refugio, Salmo 62:1.

II Una descripción de sus enemigos y de sus diseños. Idearon travesuras; intentaron derribar a otros de sus lugares altos; se deleitaban en la mentira; hicieron grandes pretensiones de amistad, pero eran falsas de corazón, Salmo 62:3.

III. Una expresión renovada de la confianza del salmista en Dios, repitiendo lo que había dicho en Salmo 62:1 y reafirmando toda su confianza en la protección divina, Salmo 62:5.

IV. Una exhortación a otros para que confíen en Dios, y no en las personas; si las personas de alta o baja condición; no confiar en nada más que en Dios: no en el poder, el poder de la opresión; no en el robo de otros, o lo que se obtuvo de otros por la violencia; no en riquezas, de cualquier manera que pudieran haber sido adquiridas, Salmo 62:8-1.

V. Razones para confiar en Dios, Salmo 62:11.

(a) Todo el poder le pertenece, Salmo 62:11,

(b) Es misericordioso o amable, Salmo 62:12,

(c) Es justo o equitativo, Salmo 62:12.

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