Seguramente los colocó en lugares resbaladizos - No en una posición sólida y permanente; no donde su punto de apoyo estaría seguro, sino como en rocas lisas y resbaladizas, donde estarían expuestos a caer en cualquier momento en las olas espumosas. Por próspero que parezca ser su condición ahora, es una condición de incertidumbre y peligro, de la cual pronto deben caer en la ruina. En su prosperidad no hay nada de permanencia o estabilidad; y este hecho explicará la dificultad.

Los arrojaste a la destrucción - Se colocan, no en una condición permanente, sino en una condición desde la cual serán arrojados a la destrucción. La ruina está ante ellos; y el final demostrará la justicia de Dios. Nada puede determinarse a partir de su condición actual en cuanto a la pregunta que causó tanta perplejidad, pero para encontrar una solución adecuada debemos esperar para ver el final. Como ilustración de esto, vea el interesante relato de la entrevista entre Solón de Atenas y Croesus, el rico rey de Lidia, como se da en Heródoto, libro i., 30-33.

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