Así que enséñanos a contar nuestros días - literalmente, "Para contar nuestros días haznos saber, y traeremos un corazón de sabiduría". La oración es que Dios nos instruya a estimar nuestros días correctamente: su número; la rapidez con que fallecen; la responsabilidad que debe reducirse; la certeza de que pronto deben llegar a su fin; su relación con el estado futuro del ser.

Para que podamos aplicar nuestros corazones a la sabiduría - Margen, "Causa por venir". Traeremos, o haremos venir, un corazón de sabiduría. Al tener una cuenta justa de la vida, podemos traerle un corazón verdaderamente sabio, o actuar sabiamente en vista de estos hechos. La oración es que Dios nos permita formar una estimación de vida tal, que seamos verdaderamente sabios; para que podamos actuar "como si" viéramos toda la vida, o como deberíamos hacerlo si viéramos su final. Dios ve el fin: el tiempo, la manera, las circunstancias en que la vida se cerrará; y aunque él nos lo ha ocultado sabiamente, puede permitirnos actuar como si lo viéramos por nosotros mismos; tener los mismos objetos ante nosotros, y hacer tanta vida, "como si" viéramos cuándo y cómo se cerraría. Si alguien supiera cuándo, dónde y cómo iba a morir, podría suponerse que esto ejercería una influencia importante sobre él en la formación de sus planes y en su forma de vida general. La oración es que Dios nos permitiría actuar "como si" tuviéramos esa opinión.

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