9 Así que fui donde el ángel y le dije: “Dame el librito”. Y él me dijo: “Toma y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

A. John duda en tomar el libro. Se acerca al ángel poderoso y le pide el libro. El ángel responde: “Tómalo y cómelo”.

B. Está claro que espera que Sus mandamientos sean obedecidos - punto. Sin cambios. John quería cambiar el comando de "tomar" a "pedir" y no estaba permitido.

C. La instrucción adicional es que el libro debía comerse (masticarse, tragarse y digerirse) antes de que pudiera tener valor. Muchos solo leen. Si bien este es un buen lugar para comenzar, no es el final de lo que debemos hacer mientras buscamos comprender y aplicar la Palabra de Dios a nuestras vidas.

D. En la boca de Juan sería dulce, pero en el estómago sería amargo. El simbolismo es claro. Muchos escuchan el evangelio, entienden el mensaje de salvación, perdón y redención. Obedecen el evangelio, se bautizan y comienzan a vivir la vida cristiana. Es maravilloso saber que son perdonados. Nos llenamos de gozo y deleite, sabiendo que son salvos.

E. Entonces, viene algo de amargura. Alguna calamidad, dificultad o persecución entra en nuestra vida. Ahora, el evangelio tiene algo de “reflujo ácido”, un ardor y amargura. Cuando el evangelio se vuelve amargura, cuando vivir la vida cristiana se vuelve acidez, muchos abandonan la fe que una vez proclamaron y confesaron.

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