23 La ciudad no tenía necesidad de sol ni de luna que brillaran en ella, porque la gloria de Dios la iluminaba. El Cordero es su luz.

A. La iglesia no depende de fuentes de luz externas. Dios es la luz. El sol no es necesario para brillar. No necesitamos estrellas ni la luna.

B. La gloria de Dios ilumina o vive. Jesús es la luz de nuestra vida. ( Juan 8:12 )

C. La tarea principal de la iglesia es llevar esta luz a un mundo oscurecido por el pecado.

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