10 y clamando a gran voz, diciendo: ¡La salvación es de nuestro Dios que está sentado en el trono, y del Cordero!

A. Somos salvos. ¿No es esa razón para regocijarse?

B. ¿Todavía tienes el gozo de tu salvación? ( Salmo 51:12 )

C. Reconocen que la fuente de su salvación no es su propio mérito. La salvación pertenece a Dios y al Cordero. La salvación no puede venir por ningún otro. ( Hechos 4:12 ; Juan 14:6 )

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