Entonces el hombre en quien estaba el espíritu maligno saltó sobre ellos, los venció y los venció, de modo que huyeron de aquella casa desnudos y heridos.

1. El espíritu maligno que poseía a este hombre era real.

2. Los exorcistas eran falsos.

3. Los espíritus abandonaron al hombre poseído. Saltaron, dominaron y prevalecieron sobre los hijos de Sceva. Ahora estos falsos exorcistas están desnudos, heridos y huyendo avergonzados y avergonzados.

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