¿Por qué tenéis miedo?

(Τ δειλο εστε;). Tenían al Señor del viento y de las olas con ellos en la barca. Seguía siendo el Maestro incluso si dormía en la tormenta. ¿Aún no tenéis fe?

(Ουπω εχετε πιστιν;). Todavía no habían llegado a sentir que Jesús era realmente el Señor de la naturaleza. Habían aceptado su Mesianismo, pero aún no habían sacado todas las conclusiones. ¡Qué parecidos a nosotros en nuestros problemas!

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