Exhortación a la Sobriedad y Vigilancia, fundamentada en lo Repentino de la Venida del Señor, y en su Carácter de Hijos de la Luz.

Habiendo hablado tan definitivamente de la venida del Señor, Pablo anticipa que los tesalonicenses preguntarán el tiempo de esta gran consumación. Les recuerda, pues, que ya son conscientes de que el tiempo es incierto, el advenimiento repentino; pero que no tiene por qué alarmar a los que están preparados para ello y lo desean. Tienen, dice, una afinidad por ese día, viviendo ahora sobre esos principios que es afirmar y hacer cumplir. Y por esto aprovecha para exhortarlos a la conducta propia de las personas que esperan a su Señor, y que se creen destinadas a participar de su gloria.

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Antiguo Testamento