Juan 7:7 . El mundo no puede odiarte; pero a mí me aborrece, porque doy testimonio acerca de él, que sus obras son malas. Jesús retoma la palabra que habían usado; pero en Su boca tiene una profundidad de significado solemne del cual ellos no sabían nada. Con ellos el mundo era todo el cuerpo de los israelitas, en quienes residía la aceptación o el rechazo de sus pretensiones; con Él el mundo era un poder hostil, al que ciertamente se manifestará, pero que ha venido a someter.

Jesús y Sus hermanos están en relaciones opuestas con el mundo, ellos son uno con él, Él es el Reprobador de sus malas obras. Esta diferencia de relación hace necesaria una diferencia de acción: no pueden comprender, y mucho menos pueden guiar Su curso.

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Antiguo Testamento