Tenemos aquí una imagen del juicio final, 'el fin del mundo'; no es una parábola, aunque contiene la figura de un pastor separando las ovejas de las cabras ( Mateo 25:32-33 ). La teoría premilenial sitúa esto después del milenio, refiriéndose sólo a los que no eran cristianos; 'todos los gentiles' ( Mateo 25:32 ).

En favor de esto se instan, las declaraciones anteriores sobre la reunión de los elegidos (cap. Mateo 24:31 ; Mateo 24:40-41 ), las declaraciones de 1 Tesalonicenses 4:16-17 ; 2 Tesalonicenses 1:7-10 ; Apocalipsis 20:2-15 , la respuesta de los 'bienaventurados' en este apartado ( Mateo 25:37-39 ), que se considera incompatible con un conocimiento del cristianismo.

Todo el juicio es según 'obras', sin referencia a la fe. Pero esto implica muchas dificultades e inconsistencias, por ejemplo, que las representadas por las vírgenes insensatas reaparecen en el juicio; que durante este reinado personal de Cristo, el mundo aún permanece en la ignorancia de la más simple verdad del evangelio (ver Mateo 25:37-39 ).

Hay dificultades en el otro lado: por ejemplo, cómo los santos que han de juzgar al mundo ( 1 Corintios 6:2 ) son ellos mismos llevados a este juicio final; cómo el milenio, que será un tiempo de santidad y de paz, puede preceder inmediatamente a la venida de Cristo, que seguirá a la 'tribulación' (cap.

Mateo 24:29-30 ). Es más seguro sostener que un intervalo de algún tipo, cuyo carácter no se conoce completamente, ocurrirá entre la venida de Cristo y el juicio final. Que los cristianos no estén incluidos en este último, no está garantizado por la sección que tenemos ante nosotros. Muchas de las nociones materialistas y exclusivas que se han agregado a la perspectiva premilenial son objetables y dañinas.

No se debe perder de vista el momento en que se pronunció el discurso, en estas discusiones sobre cuándo se cumplirá. Jerónimo dice: 'El que estaba dentro de dos días para celebrar la pascua y ser crucificado, apropiadamente presenta ahora la gloria de Su triunfo'. Este contraste profundiza nuestra visión de la divina previsión y majestad de nuestro Señor, y la sublimidad de esta descripción.

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